Cuando era niño en el barrio todos
le temíamos a la chiflada del barrio una mujer muy pero muy mala fea y mal
vestida.
O bueno tal vez exagero pero si era chiflada
y fea, ella salía todos los jueves de su feo rancho a recoger cartón de
la calle para llevarlo a su casa.
Entonces como ya
imaginan ninguno de nosotros salíamos a jugar canicas y pelota a la calle.
Un día jugando pelota
cerca del rancho de la loca un compañero le dio muy duro a la pelota.
Y si señores por el tejado adentro cayó nuestra pelota.
Al día siguiente y
sin nada con que jugar olvidamos que era jueves y que ese día salía la chiflada de su casa a
recoger cartón, y cuando salió todos espantados arrancamos a correr por todo el
barrio pero desafortunadamente tropecé y caí y no me podía parar, en ese
momento se me acerco la loca estiro su mano y me ayudo a parar, pero estaba tan
asustado que apenas estaba de pie arranque de nuevo a correr sin decirle una sola
palabra.
En la noche pensé y
me pregunte
_ ¿pero si me ayudo
no es una mujer mala, tal vez no le guste arreglarse y no tiene amigos?
_ Y dije _iré a su casa y le daré las gracias
por ayudarme, si_
_Parte del Cuento para libro inédito Yadiko Amazónico _
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